ACTO 17 DE AGOSTO 2015 - PRIMARIA
Queridas familias:
Hoy nos reunimos junto a nuestros niños para conmemorar otro aniversario del fallecimiento del general José de San Martín.
Dicen que el reloj dejó de funcionar a las 3 de la tarde en aquella casa de Boulogne sur Mer, en Francia, el 17 de agosto de 1850. A esa hora, hace 165 años, moría José de San Martín, acompañado por su hija Mercedes.
San Martín no es solo el militar que cruzó los Andes y ganó el decisivo combate de San Lorenzo; fue un padre cariñoso, un hábil ajedrecista, estadista e intelectual. Las miles de calles (una por pueblo o ciudad) que llevan su nombre, los centenares de plazas, los tantos y tantos monumentos y bustos, poco nos dicen de este hombre que lo dio todo por su país, que se comprometió hasta sus últimos momentos con la suerte de sus habitantes.
Con las máximas escritas para su hija Merceditas nos dejó también un legado de principios éticos y morales para la formación de buenas personas que todo buen padre o educador deberíamos inculcar, en estos tiempos de crisis de valores y sentido patriótico. En ellas recomienda "humanizar el carácter y hacerlo sensible aun con los insectos que nos perjudican" y tener "amor al aseo y desprecio al lujo".
San Martín también se preocupaba por promover en su hija "dulzura con los criados, pobres y viejos", así como "amor a la verdad y odio a la mentira". También le importa "acostumbrarla a guardar un secreto" y "que hable poco y lo preciso".
Mientras más se actualicen y afiancen en la ciudadanía y en la juventud estas enseñanzas, el espíritu de la Nación se elevará.
Es necesario tomar su ejemplo, ya que en su ideal de unidad y libertad, nos enseña a ser capaces de enfrentar los desafíos para alcanzar los sueños; nos enseñó a querer el suelo donde nacimos, a respetar y amar sus símbolos defendiendo su paz y libertad.